Además de la higiene que debemos tener con nosotros mismos y el entorno en el que vivimos, la inspección y desinfección de los equipos de protección personal (EPI) es fundamental.
La inspección de los equipos almacenados y limpiados correctamente da un mejor resultado y permite una mayor seguridad para el trabajador, y una vida útil más larga del equipo. Siempre es bueno y necesario limpiar y lavar el equipo.
La limpieza como forma de mantenimiento después del uso debe incluir la eliminación de suciedad, agentes corrosivos o contaminantes. Las áreas de almacenamiento deben estar limpias, secas, protegidas de la luz solar directa, y libres de exposición a gases o elementos corrosivos.
¡No dejes ninguna secuela después del lavado! Después del contacto con cualquier producto desinfectante, el equipo debe lavarse con abundante agua limpia. Recuerda, el equipo no debe lavarse con agua a alta presión.
A continuación, se ofrecen algunos consejos para limpiar el equipo:
• Limpiar con agua y jabón suave a una temperatura no superior a 60 °C. ATENCIÓN: Asegúrate de que el agua utilizada para la limpieza no contenga productos químicos;
• No utilices ningún tipo de disolvente o base fuerte;
• No uses una lavadora y / o secadora.
Nylon o poliéster: eliminar la suciedad de la superficie con una esponja húmeda (cerdas suaves) y detergente neutro. Frota las cintas con un movimiento de «ida y vuelta» y sécalas con la ayuda de un paño seco. ATENCIÓN: Las cerdas rígidas pueden desgastar los cordones, disminuyendo su resistencia.
Carcasa: Limpia la unidad de almacenamiento periódicamente con un paño húmedo y un detergente suave. Sécala con un paño limpio.
Secado: asegúrate de que el equipo se seque por completo. Recuerda: no es necesario exponerlo al calor, al vapor o al sol durante períodos prolongados. Secarlos a la sombra y en un lugar ventilado es ideal.
Después de toda la limpieza y el secado necesarios, el equipo debe almacenarse en un ambiente seco y químicamente neutro, protegido del calor excesivo o fuentes de calor, bordes afilados, productos corrosivos o cualquier otra cosa que pueda causar daños. El equipo nunca debe almacenarse húmedo o mojado.
Información importante:
La acumulación de polvo, pintura, aceites, grasas, etc. puede impedir que el equipo funcione correctamente. Y en los casos más severos también, donde la degradación del tejido es tan grande, llegando al punto en que el equipo necesite ser puesto fuera de servicio. Para más información y preguntas sobre limpieza, mantenimiento y otras condiciones de uso del equipo, se debe consultar el manual o contactar al fabricante.
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